No se habla de River; no se habla de Deportivo Madryn. No se habla de lo que puede pasar si Atlanta vuelve a perder puntos o si el “Santo” gana los tres partidos que se le vienen. En San Martín, el discurso es otro. Y lo bajan tanto desde el banco como desde el vestuario: se piensa en Gimnasia y Tiro. Nada más.
A esta altura del campeonato, y con la tabla tan ajustada, puede sonar a supervivencia. Pero en realidad es una decisión. Ariel Martos lo eligió así. Frente a un calendario apretado, con rivales directos en fila, poco tiempo para descansar y un pasaje a Primera como objetivo de fondo, el DT optó por reducir el foco. Cero especulación. Cero futurología. Un solo objetivo a la vez.
“No se mencionó a River en ningún momento”, afirmó el técnico, apenas unos días antes del cruce en Salta que abrirá el tramo más bravo del campeonato. “Estamos absolutamente enfocados en Gimnasia y Tiro”, agregó.
El “Santo” lidera la zona A de la Primera Nacional junto a Atlanta, con 39 puntos, pero con ventaja por diferencia de gol. Aun así, el margen de error es mínimo. El empate frente a Tristán Suárez encendió las alarmas y generó incomodidad en la tribuna. Sólo la caída del “Bohemio” en Lomas de Zamora calmó las aguas. Así de cambiante está el torneo y así de frágil es cada paso. Y en estas circunstancias, Martos decidió ajustar la brújula al presente inmediato.
“Se viene un partido complicado, pero empezamos la semana motivados. No hay equipos fáciles y va a seguir así hasta el final del campeonato”, explicó el DT, que no se deja impresionar por los resultados ajenos. “Lo que pasó el fin de semana con Atlanta ya no me sorprende. Lo que sí, valoro mucho la campaña que estamos haciendo porque nos sostenemos peleando los primeros puestos”, afirmó.
No es un técnico de frases rimbombantes. Martos mantiene la línea: concentración en lo inmediato, sin distracciones. Le viene dando forma a una estrategia que esquiva los grandes planes de largo plazo. No se habla del ascenso ni de posibles cruces de octavos en Copa Argentina. Se mira lo inmediato, lo que está delante. Y se entrena con la cabeza puesta ahí.
Esa perspectiva cortoplacista, que puede chocar con la planificación tradicional del fútbol argentino, se apoya en una lectura realista del torneo. La preparación, la táctica y hasta el trabajo psicológico se estructuran en función del partido que se viene. No hay lugar para anticiparse. Y si el rival cambia, cambia también la estrategia. “La idea es la misma, pero uno modifica cosas de acuerdo al rival. A River no le vas a jugar igual que a Gimnasia”, dijo el técnico.
Esa lógica también se traslada al plantel. Y aunque para los jugadores pueda resultar exigente cambiar el chip semana tras semana, en San Martín lo tienen claro: no hay otra forma de transitar este tramo final del torneo. No es fácil. Pero es lo que toca.
Juan Cuevas, en diálogo con LA GACETA, lo explicó sin vueltas. “La semana pasada pensábamos en Tristán Suárez, ahora en Gimnasia y Tiro. No es conveniente pensar más allá del partido que se viene porque es muy importante cada uno. Nos jugamos mucho”, reconoció.
Y razón no le falta. San Martín inicia un “sprint” con rivales directos en la tabla, viajes largos, poco tiempo de recuperación y un cruce importantísimo por Copa Argentina. Gimnasia y Tiro este viernes, River la próxima semana, luego Deportivo Madryn en el sur del país. Y todos estos equipos, claro, con la mirada puesta en el líder. “Arrancan las fechas más importantes”, sostuvo Cuevas. “Son equipos más duros y todos nos estamos jugando todo. Tenemos que mantenernos arriba, jugando con la misma humildad y las mismas ganas de ganar todos los partidos”, finalizó.
En San Martín apuestan a replicar en casa el rendimiento que tienen de visitante
Esa humildad se volvió un mantra en La Ciudadela. El torneo no perdona distracciones. No alcanza con tener la pelota, si no se traduce en goles. Y ganar de local es una obligación. Porque, si bien San Martín tiene uno de los mejores rendimientos como visitante en la zona (sacó más del 63% de los puntos afuera), eso solo no garantiza nada. “Nos cuesta resolver los partidos en casa cuando los rivales nos achican espacios”, reconoció Martos. “El desafío es encontrar soluciones ahí, como lo venimos haciendo de visitante”, concluyó.
Así, mientras en las tribunas ya se especula con la Copa, con el partido contra Atlanta o con el camino al ascenso, en el vestuario de La Ciudadela no hay espacio para mirar tan lejos. Al menos no todavía.
Si el torneo exige entereza, equilibrio y corta memoria, San Martín parece haberlo entendido. El cuerpo técnico lo ejecuta. Los jugadores lo asumen. Y los hinchas, aunque pidan más, intuyen que no hay otro camino.
En este San Martín de Martos, la estrategia es una sola: paso a paso, rival por rival, sin desenfocarse. Y el próximo paso, como dicen todos, es en Salta. El resto, por ahora, puede esperar.